Hay cosas que nunca cambian. Quien venga a visitarme tendrá que vivir con el hecho de acabar en la caja conmigo. Siempre ha sido así. ¿Por qué iba a cambiar? Sobre todo ahora, cuando prácticamente el 100¨% de mi vida transcurre en mi cama. Así que de verdad. Guiño sonriente.