Normalmente se pasa de la mascarilla nasal a la mascarilla nasal:

  • después de dormir
  • Tras la inhalación
  • si me tienen que succionar (debido a la sobrepresión que falta, esto sólo es posible con una mascarilla nasal puesta)
  • cuando vuelva a sentir pánico bajo la "máscara facial completa

Allá vamos. Me tumbo de espaldas, como de costumbre, con la cabeza girada hacia la derecha.

Por supuesto, has limpiado la máscara nasal y la tienes preparada con las correas abiertas y sin retorcer.

Me levantas ligeramente la cabeza y la giras hacia el centro.

Al igual que con el otro cambio, ésta es una posición que no me gusta nada, pero no sirve de nada.

Me levantas ligeramente la cabeza y la giras hacia el centro.

Al igual que con el otro cambio, ésta es una posición que no me gusta nada, pero no sirve de nada.

Al igual que en el otro cambio, ahora me alcanzas por detrás de la cabeza con una mano y sigues sujetándome la máscara a la cara después de haber aflojado las correas inferiores.

Esperas mi señal ocular inconfundible de que estoy lista.

Con una mano sostienes la máscara, con la otra levantas mi cabeza.

Contengo la respiración y cierro los ojos.

Para ti, ésta es -como todas las demás acciones sin máscara (afeitarse el bigote, peinarse, lavarse la cara, ...)- la señal de que todo me va bien hasta ahora. En cuanto vuelvo a abrir los ojos, significa que necesito aire. Y lo necesito ahora. Mi cuerpo no tiene margen para hacer travesuras. Cuando abra los ojos, por favor, ponme primero la mascarilla en la cara y luego ya veremos. Muchas gracias por esto. ?
Ahora tira del arnés hacia delante, empezando por la parte posterior de la cabeza. Esto es exactamente lo contrario de ponerse la máscara.

Si lo haces así, es muy fácil. La máscara no se atasca por todas partes, sobre todo en la nariz. Porque la máscara simplemente se desliza hacia abajo desde la nariz.

Aparta de momento la máscara de nariz y boca.

A continuación, coge la parte de la máscara nasal que va en la nariz con una mano y el arnés con la otra.

Coloca la mascarilla lo más arriba posible, de modo que la mascarilla nasal quede a ras de la nariz por la parte inferior y encierre bien toda la nariz.

Ten en cuenta que se trata de una máscara nasal. No es una máscara labial, ni bucal, ni dental, ni tampoco un bozal. No te puedes imaginar todo lo que he tenido que experimentar y por lo que he tenido que pasar.
Lo que ocurra ahora depende de cómo estén mis pulmones y de tu habilidad para cambiar de mascarilla. Si no estás seguro o si abro los ojos, vuelve a conectar el tubo ahora, presiona la mascarilla sobre mi nariz y deja que recupere el aliento.

Si no, o más bien entonces, levántame ligeramente la cabeza y vuelve a ponerme las cintas.

Tira de las cintas rectas. Asegúrate siempre de que la máscara permanece correctamente en la nariz, donde debe estar.

A continuación, adelanta las bandas inferiores.

Cuando las cintas estén delante, vuelve a meterme la cabeza.

Ahora llega el momento que estoy esperando ansiosamente. Ahora, como muy tarde, vuelve a conectar la manguera.

Ahora que puedo respirar de nuevo, tengo todo el tiempo del mundo para hacerlo todo bonito.

Lo primero que tienes que hacer es colocar las cintas en su sitio.

Luego puedes enderezar la máscara si es necesario.

Comprueba el ajuste de las correas inferiores. Casi siempre tendrás que empujarlas hacia arriba con la máscara porque, como ocurre a menudo, la máscara está sobre el labio en lugar de sobre la nariz.

Si todo encaja, vuelve a girar la cabeza hacia mi lado derecho, como de costumbre. Porque cuando me tumbo boca arriba y miro hacia arriba, tengo problemas para respirar, no puedo tragar y las secreciones me llegan sin control a los pulmones.

image_pdfGuardar página como PDF