Así es como puede ir. Esta mañana pensaba que no tenía nada planeado para hoy y que, para variar, conseguiría prepararme para dos o tres días y trabajar un poco en no diré qué -lo sé, una ilusión- y entonces pienso en el cuidado de mis pies y uñas justo a tiempo... y entonces, como siempre, los mejores amigos del círculo íntimo me sorprenden. En medio del tabaco, por supuesto. Resultado: lo que no puedo hacer hoy, lo dejo tranquilamente para mañana. Y Fiyi ha sufrido un duro golpe. Una vez atravesada por la nube de humo, todos sus planes se disolvieron también.

¿Qué? ¿Me estás hablando a mí?

Mejor hago como si no hubiera oído nada

No hay nadie en casa. Me estoy relajando.