Querido diario,

Madre mía. Esta semana ya empieza bien. Si no publico nada el fin de semana, suele ser por la misma razón. Sin querer darle ningún valor: Cuidado. Y sin querer darle ningún valor a los cuidados, los logros positivos aislados de algunas personas no pueden disimular el miserable rendimiento general de mi servicio de cuidados.

Una historia real. Los perros que ladran no muerden. ¿He dicho ya que no me gustan los gatos?

Me gusta hablar. Me gusta escuchar mis palabras. Me gusta debatir, discutir soluciones. Tomo decisiones y me aseguro de que se apliquen. Al menos profesionalmente, ése es mi trabajo. Pero también soy coherente en mi vida privada. A veces soy demasiado blanco y negro, pensarán algunos. Yo también lo pienso de vez en cuando.

Es una pena que no pueda escribir más rápido con los ojos. Entonces me resultaría más fácil repetir argumentos, explicar lo que ya se ha explicado una segunda vez. Cinco veces cada maldita semana, si fuera necesario, que lo es. Pero ten paciencia, escribo con los ojos. Las predicciones de palabras del software son inútiles. El control ocular nunca ha oído hablar de la escritura con glyde, que multiplicaría el rendimiento. En general, uno se pregunta si los ajustes se han probado alguna vez. En condiciones reales, en la vida real, por así decirlo. Imagina, por ejemplo, que en los ajustes puedes elegir si se coloca un espacio después de cada palabra o no. Después de cada palabra. También antes de cada coma, punto y otros signos de puntuación. A nadie se le ocurriría una idea tan estúpida. Eso significaría eliminar un espacio antes de cada signo de puntuación a ojo o insertar otro espacio después de cada palabra. Eso sería estúpido. Sería más rápido hacerlo sin la ayuda de entrada. Más menos cero, por así decirlo. En realidad no lo hacen. ¿O no? ChatGPT & Co. con todos mis respetos. La tecnología existe desde hace mucho tiempo. ¿Cuándo llegará al mundo real? Al mundo real, por así decirlo.

Para personas como yo, que superaban ampliamente los 400 golpes por minuto cuando aún eran capaces, los aproximadamente 1.500 caracteres de este texto hasta aquí apenas pueden hacerse en menos de 15 minutos. Solía pensar detenidamente lo que decía y cómo antes de abrir la boca. La limitación del control ocular hace que esto sea aún más difícil. ¿No basta con decir una vez cómo quiero que me guarden? ¿De verdad tengo que quejarme 6 veces en un solo día sobre exactamente las cosas que se han descrito en mis instrucciones con imágenes exactamente igual durante todo un puto año? ¿Tengo que justificarme si pido que se cambie algo en la máscara, mientras que no se puede cambiar nada en la máscara sin consultar? Aparentemente sí.

Como ya he dicho, los perros ladran y todo eso. Podría escribir un artículo aparte sobre todos los temas. Pero parece que no queda esperanza en algunas obras. Os deseo un comienzo de semana mejor de lo que prometen para mí los últimos días. Y me despido con uno de estos casos desesperados.

 Patrick  "La diadema está en la nuca. Tiene que estar en la cabeza, junto al pelo, detrás de las orejas".

 Cuidador  "¡No! Te equivocas!" tono de voz inusualmente rudo, casi militar

 Patrick  "Vale, parece que la banda inferior izquierda está mucho más baja que la derecha. Podría equivocarme".

 Cuidador  "No sé lo que sientes. Los ligamentos son absolutamente iguales en la izquierda y en la derecha".

 Patrick  "Sabemos que tengo alterada la percepción. De todas formas, ¿podrías subir la banda izquierda?".

 Cuidador  "No puedes. Ya está hasta arriba. Estás cansada, puedo verlo en tus ojos. Ése es el problema".

Él lo sabrá. Es el experto. ¿Y yo qué sé?

Después de acordar que no estábamos de acuerdo, me hice un selfie. Naa sí.

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