Veamos, ¿qué más emocionante ha ocurrido? Uno de mis cuidadores se hizo un nuevo tatuaje mientras estaba en casa. Tiene buen aspecto. Para mí, como profano en la materia, también está muy limpio. Cuando estuve mirando las fotos en Instagram del estudio donde trabaja, algunos de los trabajos me llamaron especialmente la atención. Estos tíos saben -y saben- hacer tatuajes en acuarela. Entonces empezaré a ahorrar. Me temo que tendré que comprar acciones.

Vale, ha sido un poco precipitado.

Acabo de poner la historia larga en mi lista de tareas pendientes. Es un tema más extenso.

Versión corta: deseo de tatuaje no especificado hace unos 20 años. Hacia 2010, por fin sé lo que realmente quiero. Pasan algunos años más sin que me ocupe de ello. En aquella época aún creía que la empresa era lo más importante en la vida (digo deliberadamente sólo empresa y no trabajo). Esto siguió así hasta que una amiga me dijo que ella también quería comprobarlo. Así que venga, ¿cuántas invitaciones más necesito realmente? Vamos allá y pongámonos manos a la obra. Gracias a Janina, por cierto. Guiño sonriente.

Era un buen plan. En el papel de ruptura. La desilusión no tardó en llegar. La primera consulta reveló que lo que tenía en mente era posible y bastante interesante. Nadie parece haberlo hecho así antes. Probablemente no todo el mundo pueda hacerlo con la técnica que yo quiero. También era consciente de que la diversión me costaría una buena suma de cuatro cifras y no quiero ni saber cuántas citas. Lo que no sabía, sin embargo, era que tendría que esperar al menos un año y medio o más de dos años para la primera de estas citas. Pero que también tendría que volver a encontrar la tienda adecuada, que está más solicitada que la cerveza gratis en el Wiesn. Eso estaba claro.

Para tener al menos un pequeño éxito, aproveché para hacer coser el tel más pequeño del conjunto. Otro cliente no se presentó. Tengo que admitir que pensé que sería más rápido. Mirar el reloj no mejoró las cosas. Decía: "Todo está pasando muy deprisa, pero parece muy largo. El tiempo pasa muy despacio en este momento.

Y entonces llegó Corona.

Y entonces llegó el bloqueo. Y todas nuestras vidas quedaron determinadas por él, queramos admitirlo o no.

Y luego llegó la UE con su mierda de prohibición de todos los colores de tatuajes. Lo cual, por cierto, me parece mucho peor que el bloqueo. En mi opinión, estaba justificado de forma contundente. Tomaré nota de ello dentro de un momento y escribiré algunas fuentes que apoyan mi opinión. Al fin y al cabo, la creencia no es conocimiento, sino sólo opinión. Y una opinión sin fuente es y sigue siendo sólo una opinión. Y las opiniones no tienen cabida en las discusiones científicas, son superfluas y tienen cero importancia. Aunque sea la mía. Vaya conclusión. No de malos padres.

image_pdfGuardar página como PDF