Sus primeras palabras

(también conocido como "Sus primeras palabras")

Como ocurre con demasiada frecuencia, ya ha llegado el fin de semana y, una vez más, no he conseguido escribir ni un solo post. Y mucho menos hacer clic en "publicar". He estado más lejos de eso que nunca. Y puedo decirte que no es por falta de conversación. Echa un vistazo a mi agenda semanal, quizá te hagas una idea de lo que pasa aquí. Sólo la locura normal.

Negocios como siempre. Pero desgraciadamente sin negocio. Todo lo que hago en este momento cuesta. Energía, tiempo y dinero. Has leído bien. Mi médico de cabecera y sus colegas me han estado viendo tres veces al día a veces. Cogí una neumonía. Fue la primera vez en mi vida adulta que tuve fiebre.

Sensación extraña, no necesariamente la necesito de nuevo. Los efectos físicos directos no me parecieron tan trágicos. Tuve los peores dolores de cabeza, pero resultaron ser el resultado de que la máscara estaba demasiado apretada por ocho kilos de presión (descripción del problema). aquí). También tuve que lidiar con flatulencias, como suele ser evitable. Pero eso tampoco es consecuencia de la fiebre. Es lo que ocurre cuando acabas siendo descuidado al preparar la jeringuilla para la PEG y por eso me bombean a presión hasta medio litro de aire en el estómago. En el cálculo, asumo entre 5 y, como mucho, algo menos de 10 ml de aire por jeringa. Así Ya no puedo eructar. No puedo decir si sería posible contra la presión de la ventilación. Porque sin nervios intactos de la musculatura motora voluntaria, funciona muy poco en cuanto a eructar, estornudar, toser y bostezar.

Pero esta sensación general de estar decaído, de no poder hacer nada, es lo que más me deprime. Me sentía como unas patatas fangosas que, como mucho, podrían haberse convertido en un risotto de patatas. Sin embargo, sólo hacía 39,8 grados. Me podía imaginar que una Corona en el peor de los casos con más de 41 de fiebre podría hacerme bastante daño. Para colmo, cuando te dicen en la consulta del médico de cabecera que estoy completamente segura de que no habría tenido fiebre dos días antes si... Bueno, bueno. Lo mejor es que leas por ti mismo. A partir de mañana por la tarde aquí.

Y entonces me pregunto cómo me las arreglo para mantener a todo el mundo al día vía Whatsapp, pero no dar ni una señal de vida en mi blog durante siete días enteros. La respuesta es sencilla. Lo que se resiente es la calidad... Pero quizá una o dos capturas de pantalla ni siquiera necesiten una prosa detallada. ¿Quién sabe? Y no soy ningún experto. ¿Qué sé yo? Vamos a probarlo. A primera hora de la mañana, te daré mis segundas palabras. A saber aquí.

Hasta entonces, sigue trabajando bien.