Demasiadas veces en mi vida he dicho que me gustaría tener un papel fresco debajo de la boca. Porque aunque tengo mi salivación y mis mejillas relativamente bajo control, no puedo influir en algunos factores. Por ejemplo, una mascarilla que me oprime la cara. Además del dolor, esto también tiene el efecto de que la presión sobre las glándulas productoras de secreciones provoca una producción incesante de saliva. Y como las bandas de la mascarilla me aprietan las mejillas, se me escapa toda inmediatamente. Y cómo no puedes ver que tengo 2 mm de baba después de la succión es un misterio para mí. Y estoy harta de suplicar que me limpien diez veces al día, dos o tres veces a la semana según la enfermera, cien veces al mes, bastante más de mil veces al año.

Tampoco quiero tener que seguir recordando al paciente que quizá debería comer en algún momento. O que la inhalación sería adecuada. También me entristece responder sarcásticamente a una pregunta: "Llevo más de dos horas tumbado sin ropa de cama, ¿por qué crees que pido analgésicos?

Como soy una persona orientada a las soluciones, tengo un plan. Poner marcos digitales por todo el piso y en el balcón del fumador y en el aseo de invitados que muestren en directo lo que hay que hacer. Una vez hice una maqueta. Creo que muestra bastante bien en qué dirección debe ir.